La vida y la pintura son en sí una misma

Al estar parado frente al lienzo voy pintando movido por las emociones mientras desgajo nuevas posibilidades donde antes simplemente estaba un lienzo en blanco. Al igual que en la vida al pintar vamos tomando decisiones y experimentando cosas que irán cambiando nuestra hoja de vida matizando la persona que somos con cada decisión que tomamos, de igual forma con cada nueva experiencia nuestra mente se va estirando para no volver a ser la misma.

En ese sentido tanto en la vida como en la pintura siempre enfrentamos  nuestras emociones las cuales norman muchas de nuestras desiciones; por ello al pintar siempre busco afanosamente conferirle mis propias emociones tanto presentes como pretéritas y con mucha suerte habré de conferirle una personalidad a la obra en turno, por ello pinto una y otra vez hasta que siento que he llegado a buen puerto; acto seguido me siento a observar con detenimiento buscando sentir el pulso que pretendí volcar en mi pintura.

Cuando pintamos ciertamente no es tamos en un día de campo; por el contrario el trabajo y la dedicación vertida en la pieza, al igual que el rigor académico te van exigiendo y acorralando contra la pared como parte de un ejercicio tan demandante como satisfactorio. Esta frenética búsqueda donde mis piensos se involucran con la firme intención de conectar con la manera de ver y vivir del espectador para con esto conformar una comunión donde el protagonista es precisamente quien se detiene frente a la obra expuesta y qué propiamente decidirá en tan solo un breve suspiro si la ignora, le dedica una mirada ó se detiene del todo a contemplarla con detenimiento queriendo encontrar en la pieza el eco de las emociones que le evocan al admirarla, es en esta mágica conexión cuando el arte realmente sucede. Para mi como pintor este maravilloso hecho conforma un momento muy especial que me acicala a seguir trabajando en una permanente búsqueda que se va tornando cada vez más profunda tato por sus demandas técnicas como emocionales.

Una de las cosas más excitantes de la pintura es la participación activa del espectador, aquel que se interesa, que te pregunta y que se lleva las manos al mentón y que te permite acercarte a dialogar, iniciando con ello un ciclo bajo una complicidad que lo va conectado a la obra; son este tipo de espectadores ó coleccionistas de ate quienes felizmente pasan a ser parte de una conexión muy especial entre ellos la obra y el artista.

Para dedicarse al arte y especialmente a la pintura es indispensable mantener tanto la inspiración como la motivación para continuar produciendo ya que el desarrollar una serie puede llegar a ser tan demandante como la energía misma que se requiere para afrontar los problemas ó situaciones que  la vida nos presenta, toda vez  que nuestro estado de ánimo se socorre de nuestras herramientas sociales y humanas para solventar las situaciones que debemos afrontar en nuestro diario devenir; de ahí la importancia de poner mente alerta a la didáctica de la pintura y las artes en general como parte esencial para el desarrollo personal en ese sentido podemos afirmar que el bienestar es fundamental para disfrutar del desarrollo de nuestro quehacer artístico y las ineludibles contrariedades de la vida misma.

La manera en que estamos relacionados con nosotros mismos impacta directamente nuestro cuerpo de trabajo ya que muchas veces tenemos que ser persistentes y achicar el bote cuando las cosas no salen a nuestro favor, es ahí donde la persistencia, el compromiso y la asiduidad se yerguen como sólidos argumentos en la constante búsqueda por encontrar nuestra propia voz en la pintura.

Ser Nono es un compromiso que me invita no solo a seguir trabajando todos los días y por supuesto a ser agradecido por la gran oportunidad de tener un espacio para expresar y conectar con una persona a través de una de mis pinturas lo cual no necesariamente se circunscribe a le venta sino simplemente al gran regalo de coincidir con otro ser humano que se identifique con mi trabajo a través de la mirada; esto me lleva a tener siempre presente el aforismo de la artista plástica Lee Krasner -Esposa de Jackson Pollock- “La vida y la pintura son en sí una misma”.

Te invito a conocer la obra que dio pie a este pequeño texto cuyo titulo es el de  “La Gata Michu”, la cual está publicada en mi sitio www.nono.lat . Te agradezco el que hayas dedicado tu tiempo para conocer un poco sobre mi trabajo como artista plástico.
Muchas gracias, nos vemos muy pronto.